Rafaela es mi abuela. Murió muchos años antes de mi nacimiento y este proyecto parte de mi necesidad de conocerla, de reconstruila.
He invitado a mi familia paterna a generar un ejercicio de memoria colectiva sobre Rafaela. En parte esto provocó que mi familia (disfuncional y marcada por el abandono de quien sería mi abuelo), empiece a reunirse periódicamente y que los lazos familiares se restablezcan en buena medida.
Partiendo del agrupamiento de material de archivo familiar, como fotos y cartas; y utilizando las reuniones y conversaciones que este acervo genera, busco y espero acercarme a ella en un intento de aunar sus voces y producir mi voz, una voz lejana y necesaria.
En el camino ensayo excarbar en los vértices innombrados de Rafaela, procurando apartarme de la nostalgia propia que produce la ausencia de un ser querido. Un ser que desde mi infancia se recrea como un fantasma de bondad, una especie de ángel de la guarda omnipresente en la cotidianidad de mi padre y por extensión en la mía.